El observador.
El observador no es otra cosa que tú mismo.
Muchas veces no somos cocientes de que estamos experimentando el día a día en diferentes niveles de consciencia.
Cuando enfrentas una situación de estrés, tu mente y emoción reaccionan ante la situación y tú mismo yo a otro nivel está observándola.
Por ejemplo, discutes con tu pareja por alguna situación en particular y por dentro tu misma noción a otro nivel te dice es una tontería como puedes enojarte por esto, sin embargo, hay veces que no puedes evitarlo.
Incluso tenemos discusiones con nosotros mismos frente a las distintas hojas de experiencia que tenemos; Es por esto que puedes decidir tener paz a pesar de enfrentar situaciones estresantes, tu primera hoja de experiencia puede sentir el estrés, pero tu segunda hoja, el observador, puede decidir aceptar el estrés en paz, no necesitar que todo sea como queremos para estar en paz.
“No necesito estar siempre feliz para ser feliz” se refiere a que tu primera hoja de experiencia puede sentir que necesita o le faltan cosas, pero la segunda, el observador, decide no juzgar a la primera hoja aceptar su insatisfacción y estar tranquilo a pesar de cualquier reacción de la primera.
Como cuando ves una película que puede darte emociones pero no necesariamente te afecta y no te tomas nada personal pues solo experimentas lo que ves pero no te tomas como propia la situación, es el mismo caso; Es la diferencia de las personas que son “victimas” de la vida con la de las personas que se apalancan de las circunstancias y gracias a su intención de paz atraen más de lo mismo pues el nivel superior de conciencia al ser reconocido toma el control y dirige tu vida acorde a lo que decidas con la noción de paz.
Para comenzar una vida más libre date cuenta de que puedes elegir una conciencia superior y que esta puede aceptar cualquier cosa en paz, si tu primera hoja se pone furiosa tu como observador puedes aceptar ese enojo e incluso acogerlo y dejarlo expresarse a gusto mientras tu segunda hoja simplemente observa y no se posiciona dentro de ese mismo enojo.
Esto es el aceptar todo sin juzgar, todas tus emociones buenas y malas tiene algo que aportar y cuando simplemente las observas sin juicios y las deja ser y que tu cuerpo las experimente sin necesariamente identificarse con ellas, estas liberándolas y haciendo de ti mismo un ser libre pues no estás en contra de nada y simplemente disfrutas y experimentas la función.
Por Eduardo Cid