Sembrar y vivir la vida que quiero.
Para lograr nuestras metas, convertirnos en la persona que nos gustaría ser y tener la vida que soñamos es necesario:
Primeramente, comprender que la vida que tenemos en el exterior es una correspondencia de nuestro estado interior ya sea a nivel consiente o inconsciente.
Para cambiar este estado es simplemente aclarar lo que queremos y comenzar a enfocarnos y tomar medidas en esa dirección, mientras más refuerces eso que quieres con acciones, pensamientos y palabras (tu manera de expresarte en relación a eso que quieres) más rápido tu consciencia lo reconocerá como parte de si y será un estado permanente en tu vida.
Cada día siembra algo hacia esa dirección que deseas ya sea relacionado salud de relaciones de pareja o personales, física, emocional o económica.
Por más mínimo que sea lo que aportes hacia esa meta que no pase un día sin que algo te acerque, aunque sea un poco más a lo que deseas.
Por ejemplo, si lo que deseas es tener libertad financiera todos los días aporta algo a esa libertad ya sea que diario ahorres aunque sea un mínimo de dinero pero la idea es que crezca y cuando se te ocurran ideas que ayuden a esa meta simplemente hacerlas en el momento, lo mismo para relaciones o salud, si quieres estar en forma comienza con pequeños ajustes en tu dieta, imagínate como te sentirías estando en forma, comienza haciendo ejercicios sencillos que realmente puedas aplicar, al final todo son sugerencias solo tú sabes cómo ayudarte realmente y que estás dispuesto o no a hacer lo que importa es que des el primer paso y de ahí aunque parezca algo diminuto siempre hacer algo hacia tu meta, el recorrido te enseñara el siguiente paso a tomar conforme caminas y la magia de este proceso pues cada vez te iras fortaleciendo en tu nueva realidad y orgánicamente se te dará el hacer más y más hasta su manifestación palpable.
La diferencia entre el éxito o seguir igual que siempre es el reto más grande del ser humano al comenzar su camino hacia una meta y es el mantenerse motivado hasta llegar.
Ve sembrando tu camino, cada semilla por más pequeña dará un fruto, cada fruto cuenta.
Venimos a este mundo a ser felices no hay ninguna otra razón de la existencia más que la plenitud, nuestro estado natural, reclámalo ahora pues siempre ha sido tu derecho simplemente por existir.
Por Eduardo Cid